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Muchas enfermedades pueden calificar para beneficios por incapacidad (o disability) del Seguro Social, siempre y cuando sean lo suficientemente graves para impedirle a uno trabajar. Hemos ayudado a clientes a obtener beneficios por una amplia variedad de enfermedades — incluyendo diabetes, enfermedad de Crohn, ansiedad, y cáncer.
La Administración de Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés) tiene una larga “lista de impedimentos” en su Libro Azul (Blue Book), en donde se desglosan las afecciones médicas que podrían calificar para la incapacidad, así como la evidencia médica que se tomará en consideración para cada una de ellas. Algunas enfermedades (las de “aprobación por compasión” o “compassionate allowance”) podrían incluso calificar automáticamente.
Ya que el Libro Azul utiliza lenguaje técnico y puede resultar difícil de navegar, hemos sintetizado las enfermedades más comunes que califican para beneficios de incapacidad. También explicaremos, con lenguaje sencillo, cómo evalúa la elegibilidad la SSA.
Como comentario adicional: Son complejos los síntomas, tratamientos, e historial médico de cada quien. Recomendamos usar esta guía como punto de partida y contratar a un abogado cuando esté listo para solicitar beneficios.
Un abogado sabrá qué evidencia médica es la más relevante, y le ayudará a navegar la complejidad de los procesos de solicitud y apelación.
Si desea asesoramiento legal más personalizado, o que se le conecte con un abogado que entienda su enfermedad, Atticus le puede ayudar de forma gratuita. Complete nuestro cuestionario de 2 minutos para empezar.
Para calificar para la incapacidad, básicamente usted necesita mostrarle a la SSA dos cosas:
Que su enfermedad o lesión no le permite trabajar.
Que será incapaz de trabajar durante mínimo un año, debido a su condición médica.
Si es menor de 50 años de edad, tendrá que comprobar que no puede desempeñar ningún empleo existente. Si tiene más de 50, tendrá que mostrar que no puede seguir en los tipos de trabajos que haya tenido anteriormente.
Existen requisitos médicos específicos según cada enfermedad, lo cual trataremos en este artículo. También existen requisitos técnicos que se basan en el historial de trabajo o los ingresos de uno.
Es probable que cumpla con los requisitos si ha trabajado mínimo 5 años en los últimos 10 años, pero aquí podrá leer más sobre los requisitos técnicos de elegibilidad.
Antes de solicitar beneficios por incapacidad, tenga en cuenta las siguientes reglas generales:
Su elegibilidad se trata menos de un diagnóstico específico, y más de su capacidad para trabajar. Por ejemplo, dos personas pueden tener diabetes. Pero si una ha sido internada una y otra vez por cetoacidosis diabética y la otra logra manejar sus complicaciones a través de la dieta y los medicamentos, solamente la primera calificaría para beneficios.
Importa cuánto tiempo se espera que dure su enfermedad. Tendrá que comprobar que será incapaz de trabajar durante mínimo un año. Como tarda más de dos años obtener beneficios, en promedio, las enfermedades de largo plazo tienen más posibilidades de calificar.
Padecer varias afecciones puede incrementar sus posibilidades. Digamos que el dolor de espalda le impide hacer la mayoría de los trabajos físicos y que la ansiedad severa le provoca ataques de pánico en puestos de trato directo con clientes. En ese caso, sus posibilidades de empleo serían más limitadas que si tuviera solamente dolor de espalda o ansiedad.
A la SSA le gusta ver que usted tenga tratamiento médico reciente. Tendrá una solicitud más fuerte si puede mostrar que actualmente está recibiendo atención médica y que está siguiendo las recomendaciones de su médico. Discutiremos a continuación algunas pruebas y tratamientos específicos para cada afección médica.
Las enfermedades mentales pueden calificar para beneficios de incapacidad, y de hecho son de las afecciones médicas más comunes; el 34.6% de los solicitantes padecen de una (la SSA les llama trastornos mentales).
Algunas condiciones de salud mental que califican para beneficios de incapacidad:
Trastornos del espectro autista
Trastorno límite de la personalidad o TLP (BPD, por sus siglas en inglés)
Trastornos del desarrollo
Trastornos alimenticios
Trastorno obsesivo compulsivo o TOC (OCD, por sus siglas en inglés)
Trastornos de personalidad y de control de impulsos
Espectro de esquizofrenia y otros trastornos psicóticos
Trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) y otros trastornos relacionados con traumas o estrés
Sin embargo, muchos solicitantes que son aprobados tienen una enfermedad mental en combinación con otra afección médica (p. ej., enfermedad renal y ansiedad, depresión y dolor de espalda). Puede ser difícil (¡pero para nada imposible!) ser aprobado para beneficios por incapacidad solamente por enfermedades mentales.
Algunas razones por las cuales es difícil calificar para beneficios por una enfermedad mental:
Es difícil crear definiciones universales de lo que es suficientemente incapacitante. Los síntomas de salud mental varían según cada individuo, lo cual complica su evaluación por parte de la SSA.
A diferencia de los síntomas físicos, la mayoría de los síntomas de salud mental no se pueden medir mediante pruebas médicas ni otros tipos de metodologías estándar para las cuales estén capacitados los médicos de la SSA.
Desafortunadamente, las solicitudes por enfermedades mentales pueden ser juzgadas con escepticismo y prejuicio por parte de los examinadores de incapacidad y los jueces.
Si usted está solicitando beneficios por incapacidad por una enfermedad mental solamente, recomendamos firmemente contratar a un abogado de incapacidad que podrá exponer un argumento convincente ante un juez.
Su enfermedad mental podría calificar para la incapacidad si al menos algunas de las siguientes frases aplican a su caso:
Ha sido internado u hospitalizado recientemente por su salud mental.
Tiene intentos fallidos de trabajo recientes.
Tiene dificultad para entender, recordar, o aplicar información (problemas de memoria, para seguir instrucciones, para resolver problemas, etc.).
Su condición afecta su capacidad para interactuar con los demás (dificultad para llevarse con los demás, ira, evitación, etc.).
Tiene dificultad para concentrarse, continuar o mantener el ritmo cuando intenta completar tareas.
Le cuesta adaptarse o manejarse a sí mismo (higiene, responder a cambios, ponerse metas realistas, etc.).
Y si tiene algunos de los siguientes síntomas:
Síntomas de psicosis (alucinaciones, delirios, pensamiento/habla/conducta desorganizada)
Síntomas de depresión (poca energía, falta de motivación, intentos de suicidio)
Síntomas de manía (fuga de ideas, pensamiento desorganizado)
Sentimientos de ansiedad (paranoia, nerviosismo)
Déficits cognitivos (lesión cerebral, problemas de concentración, memoría, etc.)
Historial de trauma (antecedentes de abuso, trastorno de estrés postraumático, etc.)
Para más información, lea nuestra profundización en cómo navegar el proceso de solicitar la incapacidad con una enfermedad mental.
Si tiene dolor de espalda o movilidad reducida al realizar tareas físicas básicas, es probable que sea un buen candidato para los beneficios por incapacidad. De hecho, el 30.1% de los beneficiarios de incapacidad recibe beneficios por trastornos musculoesqueléticos u ortopédicos. Sin la capacidad de fácilmente caminar, estar sentado, estar de pie, o levantar objetos durante periodos prolongados, puede resultar muy difícil realizar muchos tipos de trabajo.
La mayoría de los requisitos son los mismos sin importar si sus problemas de movilidad son crónicos (como el dolor de espalda o posiblemente la ciática severa), si comprometen los tejidos blandos (como las quemaduras), o si se deben a otras enfermedades (como la artritis reumatoide u otro tipo de artritis inflamatoria).
Su enfermedad podría calificar para beneficios por incapacidad si tiene algunos de los siguientes síntomas:
Le cuesta trabajo realizar tareas básicas del hogar (como cocinar o limpiar).
Batalla para encontrar o mantener una posición cómoda durante periodos prolongados de tiempo.
Se le dificulta caminar por cuenta propia (necesita bastón, andador, u otro dispositivo de asistencia para desplazarse).
Le cuesta trabajo levantar, cargar, o sostener objetos (cualquier cosa que pese más de 25 libras).
Busca tratamientos de un quiropráctico, neurocirujano, cirujano ortopédico, fisioterapeuta, o un especialista de la columna o del manejo del dolor.
Ha comprobado su dolor de espalda a través de pruebas diagnósticas como rayos X, imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés), o tomografías axiales computarizadas (CAT scan).
La ceguera, sordera, u otros trastornos sensoriales pueden calificar para beneficios por incapacidad — el 10% de los beneficiarios de SSDI tienen al menos una de estas condiciones. Pero las reglas pueden ser muy complejas y detalladas. Recomendamos que revise la guía de la SSA sobre los trastornos sensoriales con su médico. Más allá de los requisitos desglosados en la guía, calificar por uno de estos trastornos es similar a cualquier otro — es decir, si le impide trabajar, podría calificar.
Trataremos brevemente la ceguera y sordera ya que son los más comunes, pero también podría calificar algún trastorno que afecte su capacidad para hablar o mantener el equilibrio (como el vértigo).
La SSA tiene una definición muy específica de lo que considera ceguera cuando se trata de la elegibilidad para la incapacidad. Si usted piensa que podría calificar, vale la pena llevarle los siguientes criterios a su optometrista para confirmar:
“Agudeza visual central de 20/200 o menos en el ojo con mejor vista con el uso de lente corrector. Utilizamos su agudeza visual central mejor corregida para la distancia en el ojo con mejor vista para determinar si cumple esta definición.” Y
“Se considera que un ojo que tiene una limitación del campo visual tal que el diámetro del campo visual subtiende un ángulo no mayor de 20 grados, tiene agudeza visual central de 20/200 o menos.”
En términos generales, quiere decir que su ceguera no se puede corregir con ayudas ópticas. Si se puede solucionar el problema con anteojos o lentes de contacto, es poco probable que califique.
Si en algún momento ha recibido implantes cocleares, califica para beneficios de incapacidad durante un año después de la implantación. También puede recibir beneficios si, después de un año, tiene un nivel de reconocimiento de palabras por debajo del 60% durante una Prueba de Audiometría Verbal en Ruido (Hearing in Noise Test, o HINT).
Si no ha recibido implantes cocleares, las reglas son complejas y dependen de sus resultados en pruebas audiométricas y exámenes otológicos. Consulte con un abogado, o llévele la definición del Libro Azul de la SSA a su médico y pídale que anote sus resultados en su expediente médico.
Entre los beneficiarios de la incapacidad, el 2.4% tiene una enfermedad respiratoria. Como otros tipos de enfermedades, hay varias afecciones respiratorias que pueden ser incapacitantes si son lo suficientemente graves. Por ejemplo, si su asma le impide correr grandes distancias pero se puede manejar con un inhalador, sigue habiendo muchos trabajos que podría desempeñar. Pero si tiene ataques de asma frecuentes mientras completa tareas cotidianas básicas, probablemente no pueda trabajar.
Algunas enfermedades respiratorias que podrían calificar para la incapacidad son:
Hipertensión pulmonar crónica
EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica o COPD, por sus siglas en inglés)
Fibrosis quística
Enfisema
Apnea del sueño
Podría calificar para beneficios por incapacidad si aplican algunas de las siguientes frases:
Ha sido internado recientemente.
Está recibiendo tratamiento de un neumólogo.
Requiere el uso de oxígeno.
Tiene pruebas que muestran la obstrucción del flujo de aire.
Ha tenido insuficiencia respiratoria recientemente.
Hay requisitos adicionales para trastornos como la apnea del sueño. Si cambia su cognición o comportamiento, o si le provoca un bajo nivel de oxígeno en la sangre o vasoconstricción pulmonar, es posible que califique.
Cualquier trastorno que afecte el funcionamiento del corazón o del sistema circulatorio podría calificar para beneficios por incapacidad — el 6.8% de los beneficiarios de SSDI tiene al menos uno de estos.
Algunas enfermedades cardiovasculares y cardíacas comunes que califican para la incapacidad son:
Aneurismas (especialmente si experimenta dolor de pecho con cierta frecuencia)
Insuficiencia cardíaca congestiva (especialmente si lo han tenido que internar)
Arteriopatía coronaria
Síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS, por sus siglas en inglés)
Generalmente, sin importar la enfermedad, la SSA espera que tenga al menos uno de los siguientes problemas como resultado de su enfermedad cardiovascular:
Cianosis central
Insuficiencia cardíaca crónica o disfunción ventricular crónica
Incomodidad o dolor debido a isquemia miocárdica
Gasto cardíaco inadecuado
Enfermedad vascular pulmonar
Síncope o presíncope
Si aplican algunas, o la mayoría, de las siguientes frases, podría calificar para la incapacidad:
Recibe tratamiento regular por parte de un cardiólogo.
Le falta el aire después de cualquier actividad.
Tiene inflamación en las piernas.
Experimenta aturdimiento, dolor de pecho, palpitación, o fatiga.
Se ha sometido a una prueba de esfuerzo, electrocardiograma, o angiografía — o su médico dice que su condición es demasiado grave para someterse a una prueba de esfuerzo.
Su condición no ha mejorado con medicamentos.
Varios trastornos del sistema digestivo, cuando son graves o difíciles de tratar, califican para beneficios por incapacidad — el 1.4% de los beneficiarios de la incapacidad tiene un trastorno digestivo. Algunas enfermedades comunes son:
Hepatitis crónica
Enfermedad hepática crónica
Síndrome del intestino irritable (SII, o IBS por sus siglas en inglés) en escasas ocasiones
La SSA podría considerar síntomas o cirugías como indicativos de su incapacidad. Por ejemplo, si padece pérdida de peso debido a un trastorno digestivo, si le han hecho un trasplante de hígado, o si ha requerido una transfusión de sangre a raíz de una hemorragia gastrointestinal — podría calificar, sin importar la enfermedad subyacente.
Si tiene una bolsa de colostomía, también podría ser elegible para obtener beneficios.
Los criterios exactos que tiene que reunir dependen de la enfermedad.
Si tiene el síndrome del intestino irritable, podría calificar si tiene los intestinos obstruidos. Por otra parte, califica si está siguiendo su tratamiento como indica su médico y aplican dos o más de las siguientes circunstancias:
Tiene anemia con nivel de hemoglobina inferior a 10 g/dL.
Tiene nivel de albúmina sérica inferior a 3.0 g/dL.
Tiene una masa abdominal palpable en el examen físico con dolor abdominal.
Tiene enfermedad perianal con un absceso o fístula drenante.
Experimenta pérdida de peso involuntaria de al menos 10%.
Necesita nutrición diaria complementaria a través de una sonda de alimentación.
Para enfermedades del hígado, cumplirá con los requisitos médicos si ha experimentado una hemorragia que haya resultado en hospitalización. Hay varias pruebas más que se pueden hacer para confirmar su enfermedad hepática crónica, pero los requisitos son técnicos y muy específicos (por ejemplo, "Peritonitis bacteriana espontánea con líquido peritoneal que contiene un recuento absoluto de neutrófilos de al menos 250 células"). De nuevo, si su enfermedad es lo suficientemente grave, dolorosa, o inestable que le impide trabajar — vale la pena solicitar la incapacidad.
Una nota adicional sobre las enfermedades del hígado específicamente: Generalmente, no se supone que la SSA deba tomar en cuenta su estilo de vida al evaluar su incapacidad. Pero si bebe alcohol — o padece alcoholismo — y está solicitando incapacidad por una enfermedad del hígado, podría perjudicar su caso.
Los trastornos genitourinarios — de los cuales la enfermedad renal crónica es el más común — pueden calificar para beneficios por incapacidad. El 1.7% de los beneficiarios de SSDI tiene una enfermedad genitourinaria.
Si padece insuficiencia renal, y recibe diálisis, debería calificar automáticamente para la incapacidad. En ese caso, vale la pena contactar a su oficina de Agencia de Determinación de Incapacidad (Disability Determination Services o DDS) cuando presente la solicitud. Es posible que le den prioridad a su solicitud y la aprueben más pronto.
Su trastorno o enfermedad renal podría calificar para beneficios por incapacidad del Seguro Social si aplican algunas o la mayoría de las siguientes frases:
Tiene exámenes, resultados de laboratorio, e informes de evaluación de los últimos 90 días.
Se ha sometido a una biopsia de riñón o de hueso.
Ha recibido hemodiálisis o diálisis peritoneal.
Ha experimentado retención de líquidos.
Ha experimentado pérdida excesiva de peso debido a la enfermedad renal.
Ha sido internado al menos tres veces en los últimos 12 meses, con al menos 30 días entre hospitalizaciones.
Ha recibido un trasplante de riñón.
Las enfermedades hematológicas por lo general son bien documentadas con pruebas de laboratorio, y eso es lo que revisará primero la SSA. Querrán ver un informe de laboratorio de una prueba definitiva firmado por un médico, o cuando menos un informe de un médico indicando que tiene el trastorno por el cual está solicitando la incapacidad.
En total, el 0.3% de los beneficiarios de incapacidad tiene un trastorno hematológico. Algunos de los más comunes son:
Trastornos de insuficiencia de médula ósea
Granulocitopenia
Síndromes mielodisplásicos
Mielofibrosis
También podría calificar por complicaciones debido al tratamiento de los trastornos hematológicos, o por procedimientos que impliquen el trasplante de médula ósea o de células madre.
Su trastorno de la sangre podría calificar si al menos algunos de las siguientes frases son verdaderas:
Ha sido hospitalizado al menos tres veces en los últimos 12 meses.
Requiere de transfusiones de glóbulos rojos cada seis semanas.
Tiene crisis vasooclusivas dolorosas documentadas que requieren medicamento.
Sus complicaciones (anemia, úlceras en la piel, dolor, fatiga, etc.) limitan su capacidad de completar tareas, funcionar socialmente, o realizar las actividades de la vida cotidiana.
Los trastornos de la piel pueden calificar para la incapacidad, aunque solamente el 0.2% de los beneficiarios de incapacidad padece uno de estos.
Si usted tiene una afección cutánea, una consideración importante es su duración o la duración de sus brotes. Por ejemplo, si tiene una quemadura, ¿su recuperación tomará más de un año? Si padece dermatitis, ¿ha tenido lesiones cutáneas o brotes durante más de tres meses?
Algunas afecciones específicas que podrían calificar son:
Enfermedades ampollosas (pénfigo, eritema multiforme bulloso)
Quemaduras (especialmente si se trata con un injerto de piel)
Dermatitis (psoriasis, dermatitis atópica, dermatitis exfoliativa, dishidrosis, o dermatitis alérgica por contacto)
Trastornos de sensibilidad genética (se le habría considerado discapacitado al nacer)
Hidradenitis supurativa
Ictiosis
Algunas señales de que su trastorno cutáneo podría impedirle trabajar, y así calificar para la incapacidad:
Experimenta dolor habitual como resultado de su afección o el tratamiento de esta.
Tiene lesiones cutáneas en partes sensibles que le impiden completar tareas (p. ej., lesiones cutáneas en las manos que limiten sus habilidades motoras, lesiones cutáneas en los pies que afecten su capacidad para caminar, lesiones cutáneas en las articulaciones que limiten el uso de una extremidad).
Su afección de la piel afecta sus otros sentidos (p. ej., lesiones faciales que le impidan hablar o masticar sin dificultad) o su salud mental.
Sus brotes son lo suficientemente frecuentes para prevenirle mantener un horario regular de trabajo.
La diabetes es el trastorno endocrino más común que podría calificar para beneficios por incapacidad del Seguro Social. En total, el 2.3% de los beneficiarios de incapacidad tiene un trastorno endocrino. Otras afecciones que podrían calificar son:
Trastornos de la glándula suprarrenal
Hiperglucemia
Trastornos de la glándula paratiroides
Trastornos de la glándula pituitaria
Trastornos de la glándula tiroides
Cuando se trata de los trastornos endocrinos, muchas veces la SSA evalúa complicaciones que afecten otros sistemas del cuerpo. Por ejemplo, si su trastorno de la glándula tiroides provoca limitaciones cognitivas, trastornos del estado de ánimo, y ansiedad, la SSA evaluará estos síntomas como lo harían para un trastorno de salud mental. Si su trastorno de la glándula paratiroides altera los niveles de calcio en sus huesos, evaluarán la osteoporosis y las fracturas como si fueran provocadas por un trastorno musculoesquelético.
Para la diabetes y otros trastornos endocrinos, es probable que califique para beneficios por incapacidad si aplican algunos de los siguientes:
Es insulinodependiente.
Experimenta neuropatía o “niebla mental” (brain fog).
Tiene heridas abiertas o ha requerido una amputación.
Experimenta entumecimiento u hormigueo en los pies o las manos, o ha perdido la sensación en una extremidad.
Tiene problemas de la vista (retinopatía diabética).
Tiene problemas gastrointestinales graves, como estreñimiento o incontinencia.
Para obtener más información, puede leer más a profundidad sobre solicitar la incapacidad por diabetes. Para otros trastornos endocrinos, recomendamos buscar la sección del presente artículo que más corresponda a sus síntomas, o consultar la guía de la SSA para más información.
El cáncer puede calificar para la incapacidad; el 3.0% de los beneficiarios de incapacidad tiene algún tipo de cáncer. Si usted tiene cáncer de estadio 4, debería calificar automáticamente, y es posible que la SSA acelere el proceso de aprobación.
La siguiente es una lista de algunos tipos de cáncer que seguido califican, aunque no es exhaustiva:
Leucemia
Linfoma
Cáncer de pulmón
Cáncer de próstata
Cáncer de estómago
Los siguientes tipos de cáncer califican para la aprobación acelerada:
Leucemia aguda
Cáncer de mama con metástasis distantes, o que es inoperable o irresecable
Cáncer de esófago
Cáncer de vesícula biliar
Cáncer de hígado
Cáncer de pulmón de células no pequeñas
Cáncer de ovario con metástasis distantes, o que es inoperable o irresecable
Cáncer de páncreas
Cáncer de células pequeñas (de intestino grueso, próstata, o timo)
Cáncer de células pequeñas del aparato genital femenino
Cáncer de pulmón de células pequeñas
Su cáncer podría calificar para beneficios por incapacidad si aplican algunas de las siguientes frases a su caso:
Ha tenido una biopsia o procedimiento para extraer el cáncer.
Recibe tratamientos regularmente y tiene tomografías recientes.
Lo atiende un equipo de oncólogos (como un especialista y un radiólogo).
Experimenta efectos secundarios de larga duración a causa del tratamiento (por ejemplo, síntomas de quimioterapia que duran más de 12 meses).
Si usted está en remisión parcial pero aún tiene síntomas que le dificulten el regresar a trabajar, debería solicitar beneficios por incapacidad. Si ya los solicitó y los está recibiendo, la remisión no debería afectar sus beneficios de manera inmediata. Su cáncer se considera incapacitante hasta que pasen 3 años desde la presencia del tumor original, en remisión completa, sin que le regrese el cáncer. Después de ese punto, es posible que la SSA reevalúe su elegibilidad.
Lea nuestra profundización en solicitar la incapacidad por cáncer.
Los trastornos inmunológicos pueden calificar para beneficios por incapacidad; los más comunes son el lupus, el VIH/SIDA, y la gota. Los solicitantes con SIDA, como aquellos con algunos tipos de cáncer, en muchos casos pueden recibir una aprobación acelerada. Para más detalles, revise nuestro listado de enfermedades TERI (y otras enfermedades que califican automáticamente) más adelante.
Otros trastornos inmunológicos que podrían calificar son:
Fenómeno de Raynaud
Polimiositis y dermatomiositis
Esclerosis sistémica (esclerodermia)
Vasculitis sistémica
Los síntomas de los trastornos inmunológicos, y la manera en que afectan el día a día, muchas veces varían. Las siguientes son algunas señales de que podría calificar:
Tiene pruebas diagnósticas que confirmen su diagnóstico (rayos X, imágenes por resonancia magnética o MRI, tomografías axiales computarizadas o CAT scan).
Padece fatiga, fiebre, o pérdida de peso involuntaria.
Tiene más de un órgano afectado por su enfermedad.
Padece falta de movilidad o movimiento en las articulaciones.
Recibe tratamiento de un neurólogo, reumatólogo, o especialista en enfermedades infecciosas.
El lupus tiene algunos síntomas más específicos que podría evaluar la SSA:
Sarpullido en forma de mariposa
Dificultad con las extremidades en el frío
Inflamación
Intolerancia al sol
Implicación de al menos dos órganos o sistemas del cuerpo
Dolor en las articulaciones
Lesiones en la piel
Pérdida de memoria y confusión
Fatiga severa, fiebre, malestar general, o pérdida de peso involuntaria
Varían mucho los síntomas, la eficacia del tratamiento, y el impacto en el día a día de los trastornos neurológicos, pero hay muchas enfermedades o circunstancias (como un derrame cerebral) por las cuales podría calificar para la incapacidad. Algunas enfermedades neurológicas, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA, también conocida como la enfermedad de Lou Gehrig o ALS, por sus siglas en inglés), califican automáticamente para beneficios por incapacidad. (Revise nuestra sección sobre la calificación automática más abajo.)
Los siguientes son algunos de los trastornos neurológicos que podrían calificar para beneficios por incapacidad del Seguro Social:
Parálisis cerebral
Migrañas (en casos severos)
Esclerosis múltiple
Derrame cerebral
Traumatismo craneoencefálico (TBI, por sus siglas en inglés)
Para cada uno de los trastornos neurológicos más comunes que califican, presentamos a continuación los efectos secundarios que podrían indicarle a la SSA que su enfermedad es incapacitante.
Parálisis cerebral:
Limitaciones en la capacidad para hablar, oír, o ver
Síntomas secundarios como fatiga, debilidad, artritis, problemas de aprendizaje, o enfermedades de salud mental
Epilepsia:
Convulsiones regulares (generalizadas, tonicoclónicas, focales, o discognitivas)
Convulsiones graves (en las que se muerde la lengua, pierde el conocimiento, o tiene espasmos musculares)
Múltiples convulsiones en un periodo de 24 horas
Falta de mejoría a pesar de tomar medicamentos recetados
Esclerosis múltiple:
Fatiga, mareo, hormigueo, desbalance, entumecimiento, o temblor
Neuropatía periférica, derrame cerebral, y traumatismo craneoencefálico:
Síntomas que duren al menos tres meses consecutivos
Desorganización de la función motora que le provoque dificultad para ponerse de pie, para mantener el equilibrio mientras está de pie o mientras camina, o para usar los brazos y las manos
Dificultades cognitivas (para concentrarse, recordar y aplicar información, interactuar con los demás, etc.)
Afasia sensorial o motora
Hay muchas más circunstancias, enfermedades, y lesiones por las que podría calificar para la incapacidad. En caso de duda: si su condición médica le dificulta mucho, o le imposibilita, el trabajo durante un periodo de tiempo prolongado, vale la pena solicitar la incapacidad.
Si su lesión o enfermedad no durará más de un año, pero sí le impide trabajar, podría tener otras opciones:
Es posible que su estado ofrezca un programa de incapacidad a corto plazo.
Es posible que la empresa por la que trabaja ofrezca un seguro de incapacidad de corto o largo plazo.
Es posible que califique para la compensación laboral (workers’ compensation) si se enfermó o se lesionó en el trabajo.
Para aprender más sobre todos los tipos de beneficios de incapacidad disponibles, revise este artículo: Which Disability Benefits Do I Qualify For?
En términos generales, hay dos categorías de enfermedades por las que uno médicamente califica automáticamente para beneficios por incapacidad. (De todas maneras tendrá que reunir los requisitos de historial laboral o de ingresos y activos — lea más al respecto aquí.) Estas dos categorías son las de aprobación por compasión y las de enfermedades terminales (conocidas como TERI).
Las enfermedades de aprobación por compasión son aquellas que se consideran lo suficientemente incapacitantes tan solo con el diagnóstico. Hay muchos trastornos en esta lista — como el síndrome de Coffin-Lowry, el Alzheimer de inicio temprano, y varios tipos de cáncer.
Hemos publicado aquí una lista de todas las enfermedades de aprobación por compasión en el 2023.
Las enfermedades TERI muchas veces coinciden con estas. Si usted o un tercero afirma (con evidencia médica) que su enfermedad es terminal, se puede señalar como un caso TERI para así obtener una resolución acelerada.
La siguiente lista incluye algunas, pero no todas, de las enfermedades TERI que podrían calificar para una decisión acelerada:
SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida)
Esclerosis lateral amiotrófica (ELA o ALS, por sus siglas en inglés), también conocida como la enfermedad de Lou Gehrig
Recepción de cuidados paliativos (hospice care), ya sea en un hospital o en el hogar
Dependencia crónica de un dispositivo cardiopulmonar de soporte vital
Insuficiencia pulmonar o cardíaca crónica que requiere el uso continuo de oxígeno en el hogar
Cualquier cáncer que sea metastásico (que se haya diseminado), esté en el estadio IV, sea persistente y recurrente después de la terapia inicial, o sea inoperable
Cáncer de esófago, hígado, páncreas, o vesícula biliar, mesotelioma, cáncer de pulmón de células pequeñas o de células en avena, cáncer cerebral, leucemia mielógena aguda (LMA o AML, por sus siglas en inglés), o leucemia linfocítica aguda (LLA o ALL, por sus siglas en inglés)
Estado de coma que dure 30 días o más
Defectos genéticos o congénitos letales en recién nacidos
Quizá su enfermedad no haya aparecido aquí. O tiene más de una enfermedad o lesión. O sus síntomas no son constantes, están disminuyendo, o es probable que empeoren.
Navegar los aspectos técnicos y legales del sistema de incapacidad del Seguro Social puede ser difícil. Un buen abogado habrá estudiado el Libro Azul de la SSA extensamente, sabrá qué evidencia médica necesita, y le podría ayudar con su solicitud (muchas veces incluso la pueden completar por usted).
Para obtener asesoramiento legal gratuito o un abogado (¡si quiere o necesita de uno!), empiece con Atticus. Nuestro equipo compasivo de defensores del cliente están listos para escuchar y proporcionar asistencia más personalizada. Empiece por completar nuestro cuestionario de 2 minutos.
¿Qué enfermedades califican automáticamente para la incapacidad?
Los casos de aprobación por compasión y los casos TERI califican para la incapacidad. De todas maneras tendrá que reunir los requisitos de historial laboral o de ingresos y activos — lea más al respecto aquí. Hemos publicado aquí una lista de todas las enfermedades de aprobación por compasión en el 2023.
¿Qué enfermedades califican para la incapacidad?
Muchas enfermedades pueden calificar para beneficios por incapacidad del Seguro Social, siempre y cuando sean lo suficientemente graves para impedirle a uno trabajar. Hemos ayudado a clientes a obtener beneficios por una amplia variedad de enfermedades — incluyendo diabetes, enfermedad de Crohn, ansiedad, y cáncer.
¿Qué enfermedades del corazón califican para la incapacidad?
Algunas enfermedades cardiovasculares y cardíacas comunes que califican para la incapacidad son: aneurismas (especialmente si experimenta dolor en el pecho con cierta frecuencia), insuficiencia cardíaca congestiva (especialmente si lo han tenido que internar), arteriopatía coronaria, y síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS, por sus siglas en inglés).
¿Qué enfermedades de la espalda califican para la incapacidad?
Si tiene dolor de espalda o movilidad reducida al realizar tareas físicas básicas, es probable que sea un buen candidato para los beneficios por incapacidad. De hecho, el 30.1% de los beneficiarios de incapacidad recibe beneficios por trastornos musculoesqueléticos u ortopédicos. Muchas enfermedades de la espalda califican, en particular aquellas que limiten su capacidad de fácilmente caminar, estar sentado, estar de pie, o levantar objetos.
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